Nervios a flor de piel
Mary se encontraba nerviosa ante la idea de confrontar a la mujer en el cementerio, ya que había pasado mucho tiempo desde que hablaron con ella. Aunque ambos querían saber por qué estaba dejando rosas en la tumba de su hijo todos los días, Mary no estaba segura de si estaba lista para confrontarla. En ese momento, Peter la abrazó y le ofreció su apoyo. Le dijo que no tenía que enfrentar a la mujer sola, que estaría allí con ella y que juntos encontrarían la verdad detrás de las rosas. Sus palabras dieron a Mary la confianza para enfrentar la situación, sabiendo que no lo haría sola. Las cosas cambian de un momento a otro y nunca avisan.
Nervios a flor de piel
Tratando de consolarla
Peter reconfortó a Mary diciéndole que, aunque la situación sería difícil, necesitaban saber por qué la mujer estaba poniendo rosas en la tumba de su hijo. Les recordó que la vida se trata de perdonar y que, independientemente de cualquier problema que pudieran haber tenido en el pasado, podrían superarlo juntos. Mary se conmovió y abrazó a Peter, aceptando que necesitaban enfrentar la situación. Se prepararon para dormir, conscientes de que al día siguiente sería el momento de afrontar el problema. Aunque estaban muy nerviosos por todo lo sucedido, finalmente, estaban encontrando un poco de paz en todo este jaleo y este alboroto que habían vivido en los últimos días de sus vidas.
Tratando de consolarla
