una serie de problemas imprevistos
Cada día, Gavin experimentaba nuevos contratiempos. Los contratos no funcionaban, los compradores se retiraban y sus transacciones financieras se retrasaban inexplicablemente. Estos retos, aunque aparentemente aleatorios, estaban cuidadosamente planeados. No sólo obstaculizaban sus objetivos, sino que le creaban una sensación de impotencia y desilusión. Gavin, que había confiado tanto en su control, se encontró en una red cada vez más amplia de complicaciones

una serie de problemas imprevistos
Cuerdas invisibles
La mano invisible que había detrás de los retos de Gavin se hizo cada vez más evidente a medida que avanzaban. A pesar de estar oculto, el padre siempre participaba en la planificación de los acontecimientos. En un juego mayor, cada contratiempo era una cuerda de la que se tiraba, cada obstáculo era un movimiento. Poco a poco, Gavin se dio cuenta de que su padre era el culpable de su confusión y de que no estaba tan derrotado como creía.

Cuerdas invisibles