Primeros atisbos de la tribu
Al entrar en el asentamiento, vieron a los lugareños realizando sus actividades vespertinas. Los campesinos se movían con una fluidez y facilidad que hablaban de una vida en sintonía con la naturaleza. Vestían de forma sencilla pero funcional. Sus hábitos y actividades diferían mucho de lo que Francesca y su abuelo estaban acostumbrados. Esto les proporcionó una visión de un modo de vida tradicional y sin complicaciones, protegido del mundo exterior.

Primeros atisbos de la tribu
La cruda realidad
La cruda realidad se reveló por toda la aldea. La familia de Sophie estaba claramente enferma mientras yacía en refugios improvisados con algunos miembros de la tribu. Tenían los ojos nublados por la debilidad y los rasgos demacrados. La gravedad de su situación afectó tanto a Francesca como a su abuelo. En agudo contraste con la bulliciosa vida de la aldea que habían visto al principio, era un espectáculo de silenciosa tristeza.

Realidades sombrías