Observar atentamente a Rufus
El personal pensó que había llegado el momento de prestar más atención a Rufus cada vez que venían visitas. Observaban desde detrás del mostrador de recepción, con la mirada fija en cada movimiento del pitbull gris. Cuando alguien entraba, Rufus se mostraba alegre como siempre, saltando como un cachorro. Pero en cuanto empezaban las conversaciones sobre la adopción, se producía un cambio. El equipo se dio cuenta, preguntándose qué se le estaría pasando por la cabeza.

Observar atentamente a Rufus
El extraño comportamiento de Rufus
Rufus movía la cola y jugaba con entusiasmo con cualquiera que mostrara interés, actuando como un cachorro. Sin embargo, cuando se decidió llevárselo a casa, vaciló y retrocedió hacia su perrera. Linda, uno de los miembros del personal, creía que Rufus había vivido antes en un entorno afectuoso. “No le disgusta nadie”, señaló. “Simplemente elige no irse con ellos”, explicó, aún perpleja.

El extraño comportamiento de Rufus